Recobran los árboles
del camino
su paciente calma.
Anidan en sus ramas los vientos
ausentes.
Las tormentas que golpearon resuenan ya en
silencio.
Follaje fiel al ser. Ser siempre en
camino.
Hojas jóvenes y verdes. Yemas,
brotes de amor.
Llueven las hojarascas que fueron hasta el
suelo
besando la tierra, las
hierbas, el polvo.
Mientras tanto entona un canto
follaje y tronco.
Luego el silencio
Estaba en el sueño
adolescente
pintado en el sueño
juvenil.
En el horizonte su figura .
Sí, el polvo borró su
imagen.
Sí, la lluvia borró las
huellas
que no eran.
En el camino largo
se fue quebrando la esperanza
se fue apagando la
ilusión.
Ausente en las letras de tantos libros.
Ausente en las mañanas
en la guitarra, en el canto.
No me miran sus ojos.
Ni mis pupilas le alcanzan.
Este atardecer
destiñe su fuego débil de
calor.
Suspende el amor su
presencia.
Me envuelve con abrazos
fríos
el otoño.
Luego el silencio, el silencio.
Felicidad
Ramajes florecientes.
Frondas abiertas al cielo.
Verdes poros exhalando vida.
Raíces firmes en la tierra.
Entusiasmo y sosiego.
Contraste de amor y paz.
Espíritu abierto al
espíritu.
Estado de gracia… la
felicidad.
Certeza
Oscurísima noche
tejida con melancolía. Insomnio del
alma.
¡Sí! Destellan las
estrellas,
¡Sí! Destella la
luna.
Oscurísima noche, madrugada
fría.
Tiemblan las hojas con el beso
de la niebla humeante.
Paisaje sembrado de derrota.
Lago agitado de adversidad.
Leste, hojas, flores, esperan.
Arden certezas de fuego en los
ojos.
Gira la tierra, siempre nacerá el
mañana
Amamos
Amamos tanto. No percibimos cuanto
amor
emana de nuestros poros, de nuestros
ojos.
Sentímos que amamos cuando invade la
ausencia
el temor de aconteceres amenazando
afuera.
Sentimos que amamos porque
en sus ojos vemos ternura. Y no cabe en el
cuerpo
en breves pedazos terrestres con
corazones
todo , todo ese tan común e
ilógico sentimiento.
Amamos porque somos humanos.
Al otro por ser frágil, por dar
sentido a la existencia
Por ser esencia de vida, por ser el amor lo
primero.
Quisiera
Ir creciendo nuevamente
desde el ovocito tierno.
Dulcemente tierno, angelical.
Iniciático en los caminos del
mundo.
Al máximo postergar
lo declinable de la materia.
I brotando la yemitas
las hojas de la alegría.
La sonrisa de la infancia.
Acurrucada en la madre
que me acuna interminable
en su seno cálido.
Brotar en las estrellas, en la
luna.
Nacer en los campos al amanecer
en vuelo con la brisa
de los caminos solitarios.
Ausencia
Anda un viento medio agazapado.
Lanzando frases de
melancolía.
Todas las hierbas se mecen con
frío.
Se gritan y murmuran su
orfandad.
Se posan mariposas tardías sobre el
attardecer.
Parece que lloran sus cuitas de
abandono.
Sombras de nubes, malvas manchas
grises y turquesas
arropan el cielo en el
horizonte.
El viento en brisa acaricia la
colina
ya desnuda sin su permiso
despojado de sus verdes
habitantes.
Ay si se pudiera de nuevo el cerro
poblar.
Hay ausencias que duelen
irremediablemente.
Anda
Anda , anda. Deja correr el
agua.
Anda despacio pero anda.
No pares de cantar.
Alza la voz a lo alto.
Las hierbas, los árboles
escucharán.
Atentas las miradas del corazón.
Al caminar despojado de malicia.
Enjoyada de perdones por
doquier.
Allí
Estuve allí un día. Era un
puente largo
Cruzando días, semanas,
años.
Lo recorrí mientras el cielo
nublado
me gritaba ven.
Fui tras la voz con el
corazón
aprisionado por una pena.
Una, solo una, una herida.
Eran todos los fracasos
míos
eran penas de los otros.
Estuve ahí y fue la
gloria.
Derramaba gotas de mis ojos
a mis mejillas.
Caían sobre todo el
cuerpo.
Había tanto invierno
alrededor.
Petrificado todo mi ser.
Permanecí en silencio.
Un animalito perdido en el monte
sumido en un lago de miedo.
Cruzando montes, corriendo
en pos de salvar el pellejo.
Una melancolía salvaje
prolongaba su duelo en mi alma.
Tardó tanto en salir el
sol
que sorprendió a sus rayos mi
alegría.
Un corazón nuevo sonríe en el
pecho.
Estuve ahí tanto tiempo.
Será quizas la causa
de la interrogación a la
vida.
Virus
Todo es de papel.
Se rompe se consume
por el fuego del trajín.
Todo sufre deshaciéndose
en el agua poco a
poco.
Con lágrimas o sin ellas
las potencias pierden fuerzas.
Fuegos que se apagan
Miserias que se hacen eternas
Las mías, las tuyas, las de
todos.
Pero hay orfandades que separan
el ser humano de su cuerpo.
Eran tiernas las criaturas de
antes.
Hoy corren por los aires y las
calles
los virus contagiando
la violencia.
Crepúsculo
El crepúsculo somnoliento
se adormece en el pecho.
El sol se esconde
detrás de mi
corazón.
La luna se ha ido
lejos esta noche.
Eternidades
Eternidades se esconden
en cada minuto de mi vida
al parecer no posibles de
recorrer.
No encuentro la entrada al
paraíso.
No hallo la chispa que pudiera
librarme de mis infiernos.
Vibrantes siempre acechando
invernando en la
imaginación.
Prestos a cumplir su ciclo
de sueño y vigilia.
Oficio
Una siesta aletargada pasea
su indiferencia humana por el
mundo.
Ya humean los árboles por los
caminos solitarios.
Yertos los horizontes.
Desiertos que nacen de la soledad de los
vegetales.
Inciertos senderos que se abren sin
sentido.
Anuncios del edén en los caminos
solitarios.
Vegetales centinelas pintados de
esperanza.
Una incertidumbre calma corroe cada
hora.
No olfatean el desamor.
Los pájaros anidan sin
saber
la amenaza de la
extinción.
Verdugos escondidos debajo de sus
disfraces
sacuden sus guadañas en ensayo
permanente
de su letal oficio.
Tape
Tape po´i, tape puku
nderehe ojere
opukavýva yvoty.
Panambíkuéra
isaraki.
Opavave ovy ´a joa
Tape po`i, tape pukúpe
Tajy Pora
Eiretememe emosarambi
nde yvotyrope
remosarambívo
upévo mborayhu remombay.
Che rapépe nepora
remimbipa
Rembojera ore korasokuéra
Tetia`e ojaitypo ore
aputu´ume
Py´a rory
remoheñói
tajy sa´yju
neporaitéva.
DULCE BARBOTEO
Dulce barboteo, melancólico
suspiro
hace surgir en mi tu suave
recorrido.
Sinuoso entre piedras y arena
rosada.
Te pierdes en la espesura del follaje
verde
que te cubre cariñosa.
Dulce barboteo es la
música
que compuso la naturaleza
milagrosa
para deleitarme y suspirar.
La compuso tan hermosa
Tan perfecta y acabada
Tan llena de pureza .
Exquisita a mis oídos .
No hay prisa, sigo escuchando.
Monótono pero no
rutinario.
Transparente y fresco
Sin embargo tan cálido
y dulce barboteo.
Canto primaveral
Se eleva deslumbrante
el rey de la vida
con sus espadas blandiendo
por las rendijas de las casas.
Arcoiris. Explosión de colores.
Las mariposas sedientas
encuentran a las flores
abriendo el corazón.
Oda al amigo
Árbol amigo siempre te
miro.
Si viajo en colectivo
pasas corriendo tan
juguetón.
Eres amable aúnque tiritas en el
camino.
Siempre saludas: ¿ hola cómo
te va ?
Y te renuevas en primavera.
Muy coqueto en el sendero eres un
galán.
Durante las noches con el sereno
hablas de fraternidad .
Cansado él sobre tus
hojas
descansa hasta el amanecer.
Suenan canciones en tus
follajes.
Trinos divinos de duendecillos
en tus ramajes hallan su hogar.
¡Mágico es tu despertar
!
aquella gente no se mojó
los cobijaste con manto verde.
Pasé de largo quise mojarme igual
que tú.
Por existir alguna vez te di las
gracias.
A tus raíces, a tus hojitas
maravillosas
líneas cortitas les
dediqué.
Era una niña, jugué a ser
pluma
Fui hasta tu alma, papel y
lápiz
Un hada buena me dio coraje
Emocionado leíste mi carta.
Al viejo viento lo
encomendé
Como cartero el fue rodadando
de árbol en árbol mis
fracesitas.
Decían tal vez así
:
Das tu madera para mi
banco
Bajo tu sombra me quedo a
descansar
En el verano rica fruta manjar
sabroso
Trepo en lo alto desde tus ramas
puedo alcanzar el cielo azul .
Mi servicial amigo siempre
serás.
Puedo decirlo sigues igual.
Aunque te quemes en el verano
o te castigue atroz un rayo
en el camino siempre sereno
abres senderos para llegar a mi
corazón.
Campo
Estoy feliz
Sé que vuelvo a ti.
Eres el prado.
Verdes árboles en ti
habitan.
Mora el silencio
y camina por los senderos
por las noches el pombero.
En las siestas veré
nuevamente
al rubio hijo del sol
el dueño de la
campiña
rey de los montes.
Jasy Jatere hará
más ardiente la tierra.
Correré a descansar bajo
la sombra del yvapuru
Entonces me quedaré
dormida.
Soñaré con la vida
que sonriendo me saluda
de primavera vestida
me regalará una
esperanza de amor.
Detrás de los cocoteros
de mi campo veré al sol
correr.
Partiré a casa con una
ilusión
y viviré feliz, feliz como
ahora.
Autora:
Porfiria Ozuna Achucarro
virust_osmar[arroba]hotmail.com
Altos, Paraguay
Diciembre de 2009
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